sábado, 19 de marzo de 2016

Quisiera Que Fuera Fácil Olvidarte

Quisiera no haber sabido de ti. No haber sabido que me esperabas, que fui la única para ti. Quisiera que nunca me hubieras buscado.   Quisiera que fuera fácil olvidarte. Desearía  que nuestra historia acabara donde yo la dejé y no dónde tú decidiste continuarla.

Lo cambiaste todo. Lo que consideraba felicidad se convirtió en mentiras, falsas emociones. Miro atrás y me echo a llorar de rabia al ver las fotografías de tantos momentos y aventuras, por saber que nunca volveré a sentir esa alegría.

Tenia una vida nueva, una vida plena y soltaste aquellas fatídicas palabras. La culpa es mia, soy de esas personas que no son capaces de olvidar las palabras de personas que les importan, se van clavando en mí como cuchillos,  y poco a poco y día a día consumen una parte de mí.



Fuiste la brisa que me devolvió a la vida, la historia que me cambió o mas bien la que rescató a mi verdadero yo. Te llevo conmigo en cada gesto, en cada acto, en cada risa, en cada despliegue de energía, en cada uno siempre eres tu el guía. 

¿Cómo no pensarte si soy lo que soy porque lo provocaste tu? Si eres tu el prólogo de mi historia, el bueno y el malo, el eterno y al que debo dejar ir. Fuiste el único capaz de ver más allá de mi sonrisa y de crear amistad con mis demonios.

Te volví a dejar pasar, no sé si porque nunca cerré esa puerta o porque soy una ferviente creyente de los las historias sin final. Luchaste, llegaste y no pudiste seguir. Me pregunto si fue porque yo reaccioné tarde, pero nunca volviste a por mi.


Y aun me sorprendo a mí misma mirando en cada esquina, buscando tu figura inconfundible, esperando que vuelvas a cumplir tus promesas. No sé si por amor ciego o por ciega esperanza.

miércoles, 20 de enero de 2016

La Autoestima: Un Arma Y Un Don

Hace poco conocí a una chica. A simple vista guapa, con una sonrisa que gritaba simpatía. Comenzamos a hablar y no sé como pero en pocas horas pasé de no saber nada de ella a prácticamente conocer toda su vida. 

Aunque serían muchas las cosas que podría contaros acerca de mi nueva amiga, hoy me centraré en el tema que mas me llamó la atención: su autoestima. Como ya os he dicho es una chica guapa, esbelta, gran sonrisa, no os imagináis que sorpresa al descubrir que ella no se veía así.

Me contó de su ultima relación, de lo bonita que había sido, con una persona mayor que ella lo que le daba seguridad, de como ese chico la colmaba de cariños, y de como, a pesar de todo, ella nunca estaba tranquila. Durante todos los años de su relación, ella siempre se había preocupado por la fidelidad de él, "sin motivos en verdad, pero no podía quitarme esa sensación" según relataba mi amiga.

En mi opinión, creo que este tipo de sentimientos son debidos a la propia falta de autoestima, no digo que en el 100% de las relaciones sea así. Hay momentos por supuesto en los que hay motivos para desconfiar, y en los que esa sensación de traición no es sólo fruto de la imaginación. Pero otras, otras veces en que no hay ni un solo motivo, en que nos damos cuenta de que estamos siendo irracionales, en las que no podemos controlarnos, creo que ahí habla nuestra propia autoestima, o mas bien la falta de ella.

Ese tipo de momentos en lo que simplemente porque una chica o un chico aparentes se acerquen a nuestra pareja y ya saltemos como lobos, es por miedo a perder a nuestra pareja. Pero ¿por que? porque siempre en cada relación hay un conformista y un ambicioso (como bien dice "Barney Stinson"), siempre hay una persona que se siente aunque sea ínfimamente inferior a la otra, y os aseguro que "el conformista" conoce perfectamente su posición. Es una mierda, lo sé, pero es la realidad. A veces se llega a momentos de equilibrio o incluso se puede invertir la situación, pero esto último es más extraño.

Puede parecer una tontería, pero el problema esta en cuando esa inseguridad se apodera de nosotros y nos hace traspasar los límites, cuando nos lleva a hacer cosas que jamás pensamos que haríamos y al final se apodera incluso de nuestra relación. 

La seguridad en uno mismo, a mi parecer, es uno de los pilares claves en una relación. Para poder querer adecuadamente a otra persona primero debemos querernos a nosotros mismos.

Además, a mi parecer, una de las cosas más sensuales en una persona, a parte de una gran sonrisa, es que desprenda seguridad en si misma, no digo arrogancia, que a menudo se confunden. Sino esa elegancia de actos desenvueltos, esas personas que transmiten que no les importa un bledo lo que piensen los demás porque ellos están muy seguros de si mismos y de lo que hacen.

He conocido a muchas chicas que, por no quererse lo suficiente a ellas mismas, han acabado en relaciones tóxicas, con personas de las que en verdad no estaban enamoradas, no estaban enamoradas de su personalidad, sin embargo, necesitaban a esa persona, seguían con ella porque al fin y al cabo todos necesitamos a alguien, y ya sea porque no nos conocemos del todo bien a nosotros mismos o porque no sabemos lo que queremos o, como estábamos diciendo, porque tenemos un concepto erróneo de nosotros mismos, acabamos con personas que no nos llenan espiritualmente, pero nos hacen sentir un poco menos solos. Es un pensamiento muy triste, pero muy común. La de veces que he querido darle una guantada bien dada a alguna amiga para que se alejara del estúpido del tío con el que salia y se viera a si misma como la chica maravillosa que es, como la que yo veo. O sin ir más lejos, si vuelvo la vista atrás esa guantada me la daría a mi misma.

Hablo por experiencia propia cuando digo que quererse a una misma es lo más importante antes de iniciar cualquier relación, y no hablo solo de relaciones amorosas, tener una amistad sana, poder apreciar a los demás sin juzgar, depende también de saber apreciarnos a nosotros mismos. Primero debemos conocernos a notros mismos, saber qué queremos, querernos, cómo somos. Sino, acabaremos en una relación que realmente no queremos, culpando a la otra persona de errores propios, viendo fallos sin haberlos porque en verdad con quien no estaremos conformes será con nosotros mismos. 

martes, 8 de diciembre de 2015

10 Razones Para Tener Amistades Masculinas

No, no soy del tipo de chica que tiene un grupo de 3, 4 o 5 amigas inseparables, que hacen shopping juntas, que hablan cada día o que pueden tener charlas telefónicas de horas y horas. No necesito hablar cada día con mis amistades, de hecho, soy horrible recordando cumpleaños y fechas del estilo, no necesito horas al teléfono ni saber hasta cuantas veces han ido al baño mis amigos. Me basta con hablar con ellos de cuando en cuando y siempre estar ahí si me necesitan.

El problema es que por lo general esto no se puede hacer con amistades femeninas. No digo que siempre se cumpla, pero tengo mis razones para pensar que las amistades masculinas son mejores:

1. Los chicos no necesitan que les llames o escribas cada día, y si no lo haces durante un largo periodo de tiempo no te van a recriminar nada ni a soltarte frases como “¿ahora me hablas?”. No, ellos son chicos, viven su vida y entienden que tu vivas la tuya.

2. Puedes decir cualquier cosa, y repito LO QUE SEA. Los chicos no se asustan ni se asquean. Por lo general suelen ser más abiertos de mente lo que facilita hablar de todo.



3. El tema sexo es el favorito e incluso si quieres confesar una larga lista de relaciones no te miraran extrañados, al contrario, te preguntarán para saber todos los detalles y comparar con sus relaciones y como ellos las viven.

4. Los chicos no se complican. Todo problema tiene una fácil solución. No se comen la cabeza con tonterías, no buscan dobles sentidos ni los pretenden.

5. No hablan a tu espalda, si tienen algo que decirte te lo dicen a la cara, no esperan a que vayas al baño para hablar de ti, en todo caso te miran el culo mientras te levantas.

6. No te juzgan si te emborrachas y acabas bailando en una barra, incluso pueden que se unan a ti.

7. No critican lo que llevas, se la suda básicamente.

8. Los chicos no guardan rencor, no es que se olviden fácilmente de las cosas es que no tiene sentido para ellos seguir enfadado o con resquemor por cosas que ya han hablado y arreglado contigo.

9. A diferencia de lo que mucha gente pueda pensar, a los chicos también les gusta cotillear, pero a diferencia de las chicas no es un cotilleo para hablar mal de alguien sino simplemente un cotilleo, y normalmente, van encaminados al sexo. Si es que los chicos son personas que no se complican ya lo he dicho y lo reitero.

10. Cuando un chico dice “yo te cubro” sabes que estará a tu lado hasta el final. No existen las traiciones entre ellos.

Con todo esto he de decir que tengo muchas y buenas amistades femeninas, pero me resulta mucho más fácil hablar con chicos. Seré yo que no me gusta lo complicado o las ataduras o sencillamente que me entiendo mejor con ellos. Sea como sea, chica o chico, lo importante es encontrar las amistades adecuadas, las que te hagan sentir tú mismo.


"No puede haber amistad donde no hay libertad." 

William Penn

lunes, 2 de noviembre de 2015

Trabajar En Inglaterra, Más Que Una Decisión

Soy enfermera y trabajo en
inglaterra. Nada nuevo en esta época. Todo el mundo es enfermero y el 90% se va
a Inglaterra. Pero ¿que es lo que ocurre realmente aquí? 

Tras un año trabajando en Inglaterra tomé la decisión de cambiarme de ciudad y hospital, empezar de nuevo se podría decir. Mi principal pensamiento para calmar los temores del nuevo inicio era "después de un año yo ya no tendré problemas con el idioma". Que tonta que soy.



Primer día al llegar a la planta: vas con miedo, sin saber bien lo que te vas a encontrar y con el añadido de que vas a entender el 50% de las cosas, si acaso. Llegas con carita de tonta y niña que no ha roto un plato en su vida, como un animalito todo tierno y acojonado. Dices tu nombre que a veces te entienden y otras no, y ahí nadie tiene ni idea de que tu ibas a empezar ese día, no saben que hacer contigo, te pasan de enfermero en enfermero, te empieza a entrar el "complejo bolso", es decir, pasas de mano en mano y te sueltan donde sea. El día se hace eterno y se llena de silencios incómodos, momentos de inactividad. Si un paciente llama no sabes si ir o no ir y si vas y te pide algo no tienes ni idea de donde esta, lo cual al menos te sirve para hacer un tour por toda la planta (en mi caso, ir a buscar cualquier cosa al almacén sirve para perder tiempo, esconderme ahí dentro y preguntarme por qué no me habré hecho notaria). En fin, que tras el primer día, te vas con una sensación de inutilidad a lo pisapapeles tan inmensa que cuando te preguntan tus compañeros que tal ha ido el día tu solo sabes encogerte de hombros y mover la boca sin que ningún sonido salga por ella.
Es difícil al principio, para empezar porque no tenemos ningún training (si, aquí a pesar de que seas enfermero al empezar en un hospital o al cambiar de "trust" tienes que hacer cursillo de absolutamente todo, desde poner vías hasta como mover a un paciente) con lo cual no puedes hacer nada. Encima que eres nueva y quieres ayudar, cada vez que el enfermero te pide que des una medicación le tienes que decir "lo siento, todavía no me han firmado para que lo pueda hacer". Obviamente te acabas sintiendo una inútil. Además que no sabes donde esta nada, no sabes la rutina, no conoces a nadie, vamos un caos. Yo pensaba que al menos el tema de venir de otro hospital y saber algo de ingles me ayudaría, pues no, utilizan palabras diferentes para todo, además de miles de abreviaturas. El handover (papel donde viene toda la información para el cambio de turno) es un jeroglífico. Al menos ya he conseguido descifrar algunas cosas.

Todo esto hace que a menudo me imagine como seria hacer el mismo trabajo pero en español. Les podría demostrar a todos cuanto sé. Y no como de costumbre que están hablando de alguna patología y yo pregunto porque no tengo ni idea de que esa hablando. Y al final del día me entero de que es una patología que ya conocía pero no entendía el nombre cuando al decían, solo lo entendí al verla escrita.
En fin. Es lo que toca, es lo que decidí. Y no voy a rendirme. Porque poco a poco me iré adaptando. Al principio de estas tres semanas era una inútil, ahora no diría que soy brillante pero me voy acercando.

Con esto quiero decir que ser enfermero y venirse a Inglaterra aunque sea una decisión muy de moda no deja de ser una decisión y es dura de tomar. Si bien no entendemos bien las repercusiones de esta decisión cuando la tomamos, si que las sufrimos al llegar aquí. Todo es diferente. A veces puedes olvidar lo buena enfermera que eras en España simplemente por el idioma. Cada día luchamos por ganarnos el derecho a estar aquí. Es duro y es importante no perder de vista los motivos que te trajeron aquí y sobretodo, tener siempre gente con la que hablar, una pequeña familia en Inglaterra.